Aquí me encuentro
en las faldas de una sierra,
en el nacimiento de un río;
bajo el ensordecedor arrullo
de las impetuosas aguas
que buscan su bajada.
Aguas,
ansiosas por recorrer
el cauce de su existir.
Miro fijamente la corriente
y percibo que no se detiene,
ni aminora su marcha,
ni retrocede en su descenso.
¡Fuerza viviente
de la Naturaleza
he llegado a ti
para limpiarme
de las impurezas
de esta piel
de la que quiero desprenderme!
… y quedarme desnudo,
frente a ti,
sintiendo la frías aguas
que te contienen.
Gracias por este lugar dónde se respira paz y armonía, la misma que poco a poco ha ido instalándose en tu alma y que eres capaz de compartir con todos a través de este rincón.
ResponderEliminarAdmiro a los que como tú son valientes para cuidar y sanar su alma y me pregunto ¿Puede alguien limpiarse de sus impurezas sin querer desprenderse de la piel muerta?...creo que no, sé que no. Ahí me encuentro y espero por lo menos aprender de este estado para desear de verdad el cambio y la curación.
Por lo pronto leerte y escribir aquí me hará muy bien.
Enhorabuena por tu blog.
Te quiere una vieja amiga
¿Es la alquimia o es la verdad inevitable?
ResponderEliminarSomos agua y en polvo nos convertiremos, menuda contrariedad.
La realidad es que si mezclamos el agua con el polvo conseguiremos una argamasa con la que forzar fuertes construcciones, pero las obras, si no tienen buenos cimientos, acaban derrumbándose. La cimentación es la piedra, los valores, los cuales no podemos faltar y que la vida nos pondrá entre dicho una y otra vez, cada veintiún día, con la influencia lunar. Somos sentimiento, parte de la materia y como parte de ella, somos naturaleza, vivimos en simbiosis con el medio, solo tenemos que adaptarnos y vivir. Ese es el secreto de la permanencia, anclarte a un suelo y combatir la corriente del agua, para que no te lleve la corriente o te dejes llevar, como el camarón que se duerme.
En mi humilde opinión, el mudar la piel es huir, pues volverás a vestirte, te vistes para dormir, para bañarte, para trabajar, para mostrar tu cuerpo ante la sociedad, dar una imagen. Siempre nos estamos vistiendo y por ahí escondida, está la camiseta que tanta añoranza le tenemos, o la ropa de varios años atrás, que no sabemos desprendernos de ella, porque es nuestro pasado y no somos nada sin el pasado. Y si nos desprendemos del pasado, perdemos nuestra identidad, así pues, alabo tu voluntad de querer renacer, pero acepta el medio, el entorno y no te forjes un sueño, porque si un pantalón se rompe, se le hace un siete, es fácil ser materialista y comprar uno nuevo. Remienda el pantalón, esa es la labor de una costurera. Suturar, enhebrando con hilo en aguja y paciencia, las heridas. Ellas son las que crean moda, las costureras, ellas son las modistas, las sastras y no como creemos, la sociedad. La sociedad, nos condiciona dejándonos llevar como el camarón, condicionados a ese mundo materialista.
Besos de alguien que siente paz y velará por ti, deseándote lo mejor en la vida. Gracias